En la actualidad el ejercicio limitado de la democracia simple en la Universidad de la Guajira ha dejado como resultado uno de los ambientes académico-administrativo más descompuesto por el que halla pasado esta institución. La actual administración en cabeza de la Rectora Maritza León Vanegas, en una actitud profundamente autoritaria e irracional, continúa vulnerando las garantías democráticas de los estamentos que componen el ethos universitario. Es ineludible el hecho de que en el marco de esta administración (menos de 3 años) han sido amenazados más de 3 dirigentes estudiantiles, dejando un saldo de dos desplazados. Sin tener en cuenta las amenazas de muerte recibidas por los dirigentes sindicales del gremio de los trabajadores (SINTRAUNICOL) y de profesores (ASPU).
El desarrollo de la ASAMBLEA PERMANENTE inició bajo las más oscuras intenciones del cuerpo directivos de la Universidad de la Guajira, entre ellas el acomodamiento en el núcleo docente de 20 plazas de docentes tiempo completo y medio tiempo, usando las prácticas más corroídas del burocratismo institucional. Ante el esclarecimiento de los hechos, El nueve (9) de noviembre del presente año, es enviada al Consejo Superior la primera misiva por parte del sindicato de profesores universitarios (ASPU), expresando la opinión del estamento docente frente al desarrollo ilegitimo y unilateral de la modificación de catorce 14 artículos del estatuto profesoral (Acuerdo 005 de 2006) mediante Acuerdo Reformatorio 022 del 2007.
Ante la omisión y la subestimación del constituyente primario de la Universidad de la Guajira, inicia la asamblea permanente el 28 de noviembre del presente año como forma de rechazo a la vulneración de la autonomía universitaria y en defensa de la calidad académica de la institución.
El 14 de diciembre se firma el acta de compromiso entre la Rectora Martiza León Vanegas y el Gobernador electo del departamento de la Guajira en su calidad de garante. El propósito central era facilitar un escenario de negociación entre las partes y la suspensión del acto administrativo que pretendía reformar el estatuto profesoral (Acuerdo 005 de 2006). Con los avances logrados en este primer escenario el día 15 de Diciembre fue presentado el pliego definido por la asamblea general de la triestamentaria donde se consignaron las siguientes exigencias:
Cumplimiento del acta de compromiso entre la rectora y el gobernador
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Convocatoria a elección de decanos en propiedad
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Convocatoria a elección de las representaciones estudiantiles en los órganos colegiados de dirección de la Universidad de la Guajira.
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Respeto a los Derechos Humanos integrales de todos los miembros de la comunidad universitaria.
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Solución de los conflictos generados por los administrativos (Destitución de directivos de la universidad)
El 17 de diciembre se entrega una misiva de parte de la rectora, oficializando la representación de la administración en la mesa de negociación. En la culminación de estas negociaciones el 18 Diciembre fue pactado el levantamiento de la asamblea permanente teniendo de antemano los acuerdos consensuados por las partes en los cuatro primeros puntos y sin acuerdo alguno en el punto numero cinco (5). Sin embargo, la rectora de la universidad de la Guajira decide unilateralmente desconocer las negociaciones desarrolladas por sus representantes y los representantes de la triestamentaria, mostrando una vez más su irracionalidad ilimitada y la incoherencia hecha mujer. Esto sólo es posible en una universidad que ridiculiza los códigos más inverosímiles de macondo.
Al día siguiente es desocupada la universidad y postergada una lucha de largo aliento.
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